jueves, 31 de julio de 2008

Vendiendo espejitos


Aunque gran parte de mi trabajo es para una sola empresa, tengo mis "aventuras" de consultor gráfico en otros periódicos, no podría decir que soy un consultor de tiempo completo ni con larga experiencia, pero quizá es eso lo que me hace mejor o más eficiente.

La mayoría de los consultores se dedican solamente a eso, entonces dependen económicamente de su trabajo. Eso hace que se vuelvan naturalmente más agresivos en su búsqueda de clientes y que bajo presión de pagar las mensualidades del BMW recurran a muchos trucos para conseguir chambas.

Aquí donde trabajo he visto ir y venir a consultores, es inevitable comparar mi desempeño con el de ellos y he notado que yo de verdad si trabajo, no prometo cosas que no puedo cumplir y sobretodo, no vendo espejitos.

Muchas empresas cometen el error de pensar que con solo invertir en un consultor sus problemas se resolverán como por arte de magia, los consultores sabemos esto y la gran mayoría le sacan provecho, claro, no los puedo culpar, en una economía como la de nosotros y con dueños de periódicos como los que proliferan aquí es casi inevitable caer en esos círculos de vicio.

Los directores o dueños de periódicos no se dan cuenta (o no quieren aceptar por miedo a invertir más) que un consultor solo puede servir como maestro, como el motor de una máquina, pero si esa máquina tiene piezas viejas, oxidadas o inservibles, de poco va servir que el motor sea el mejor del mundo.

¿Está mal lo que hacen los consultores? ¿vender espejitos de esa manera?, ¿maquillar las cosas y esperar que estén lejos de ahí para cuando llueva y el maquillaje se corra?

Creo que los que están mal son los empresarios, el director o dueño de esa empresa, son ellos los que han creado estos vicios.

No se como sea en otras empresas del país pero apuesto que la gran mayoría cometen el mismo error, todo es a medias.

Cuando piensan en invertir para mejorar su producto, esa "inversión" termina siendo solamente el sueldo de un consultor, quizá una leve actualización de equipo de cómputo y listo... por intervención divina suponen que tendrán más utilidades y pronto... el mes que entra!

Pero el problema fundamental es que la gente que dirige periódicos normalmente no saben absolutamente nada de periodismo, diseño, tecnología, impresión, mercadotecnia o comercialización.

Eso no representaría problema si esos directores estuvieran rodeados de gente capacitada y que confíen en las decisiones que estos tomen, pero rara vez es así. Por lo general la desconfianza es la regla y a ese director no le queda más que pretender que el sabe todo y es experto en todo.

En cualquier revista o libro sobre negocios exitosos encontramos lo mismo, las inversiones son a mediano y largo plazo y se debe invertir primero en gente de calidad y luego viene todo lo demás.

En un periódico por lo general es al revés, pretenden invertir solo una fracción de lo que deberían y lo hacen en tecnología, esperan recuperar su inversión en un par de meses y no voltean a ver lo que realmente importa... la gente.

Cuando a mi me trajeron aquí a trabajar me quedó claro que mi trabajo sería muy difícil, para empezar mi sueldo es para ellos es mucho dinero, cuando en realidad, en el mercado nacional, está en el promedio. Pero lo pagaron porque se supone que querían convertirse en un periódico de nivel alto en calidad, lo mismo pagaron a una excelente periodista que trajeron para dirigir una de las redacciones.

Luego supusieron que yo y ella teníamos una varita mágica y que convertiríamos a sapos en príncipes... más bien ladrillos en diamantes.

Porque mientras "invertían" en traerme a mi y a la subdirectora, no invertían en mejorar los sueldos y prestaciones de los demás, hacer los puestos competitivos, hacer de la empresa una atracción de nuevos talentos, que la gente quiera trabajar ahí.

Entonces entramos en la dinámica, sobretodo en la redacción, en la que muchísimas cosas fallan y la solución es.... un consultor.

Este llega, por lo general con la cola entre las patas al ver quién es la subdirectora y como sabe perfectamente cual es el problema y que la empresa no va pagar por la solución real, entonces entra literalmente a hacerse guey, a mover esto para acá, aquello para allá, a decirle a la gente lo que ha oído mil veces antes, a proponer "soluciones".... a vender espejitos.

El se irá como todos antes de el, los problemas se quedarán, después de un tiempo, la dirección "actuará" (de nuevo) y traerá a otro (o al mismo) consultor a "solucionarlo".

El problema no es que el consultor venda espejitos, el problema es que la empresa se los compra.

Out!

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