miércoles, 16 de julio de 2008

Les das la mano y ¡agarrate!


Desde que soy jefe de otros aprendí que lo mejor es mantener esas relaciones lo más frías y profesionales posibles, es lo más sano ya que si te haces muy amigo de tus subordinados y estos tienen poca experiencia o no saben separar amistad de trabajo, lo más seguro es que tengas problemas, ellos esperarían cierto trato privilegiado o peor aún, se sentirían con la confianza suficiente para llevarse como compas en situaciones de trabajo.

Con el tiempo se logra identificar quienes tienen la madurez para ser amigos de sus jefes, poco poco se va descubriendo eso y es chido, digo, es una hueva siempre jugar el papel del jefe serio y mamón y no poder llevarte con nadie de los que trabajan contigo.

Entonces a esas personas les vas agarrando confianza, entienden perfectamente que en las cosas del trabajo soy su jefe y así se comportan.

Pero luego cometes el error de medir mal a alguien. Alguien que pensabas que era lo suficientemente maduro para ser tu amigo y tu subordinado pero la situación te explota en la cara.

Pero bien dicen que uno nunca termina de aprender cosas nuevas, esto me ha servido para aprender a medir mejor a las personas, saber a quién darle la mano, sin que te agarren la pata o te manden a la chingada!

Out!

1 comentario:

unnanime dijo...

Yo sería un buen empleado ^_^

ATTE:
El chilango de Sta.Fe, sin chamba en Mazatlan por 8 meses. Lic en Mercadotecnia y Diseño, 3 años de Exp. en Diseño Editorial pero con pasión por la publicidad.