YO/TU

¿Hasta donde llega el tú? ¿o el yo? ¿Cuánto espacio necesitan?

Últimamente, dos ultracompas míos han tenido ‘situaciones’ por esto.... uno en un nivel más importante, con su pareja, en la que parece que ya no les está quedando espacio para sus ‘yos’, como si se dieran cuenta que, repentinamente, ese yo interno necesitaba más espacio del que el otro yo quería ofrecer, o del que él mismo le estaba ofreciendo a su propio ‘yo’...

El otro caso siempre ha sido un gran ‘yo’.... dicho esto con el mejor afán... es un ‘yo’ increíble: Amplio, alto y receloso... cuando lo conocí... me di cuenta que su ‘yo’ parecía comerle la vida y comerse el mundo, se bañaba en él, le encantaba... pero luego al conocerlo mejor (o mejor dicho, al conocerlo, lo otro fue una primera impresión) inmediatamente me di cuenta que mi primer juicio fue plano: En verdad quiere mucho a su ‘yo’, pero es increíble con los ‘tús’ cuando los deja entrar... pero le causa problemas para relacionarse con otra gente que se va con esa primera impresión que yo tuve.

¿Debiera uno siempre mimar al ‘yo’?
La respuesta creo que es así de plana: SÍ.

Si no tienes amor por ti mismo... ¿entonces para qué quieres conocer a alguien más? ¿para mostrarle tus desgracias? ¿para mostrarle tus ‘deficiencias’? ¿para que vea que tu ‘yo’ vive encerrado? ¿o esperas que trate a tu ‘yo’ como a un gato y le mime y le pase la mano por el lomo para que te sientas mejor?

Pero también está la otra parte: Tu ‘yo’ es taaaaan grande y tiene tantos ‘pequeños’ vicios que, cuando dejas que alguien más comparta ese espacio, tiendes a creer que ‘algo está mal’ y que ‘no se entienden’ como debieran... y ahí se ponen feas las cosas...

¿Debemos suplantar al yo por el ‘tú’? No... no es sano... pero tampoco hay que ponderar tu ‘yo’ sobre ese otro ‘tú’ que tanto te atrae (en el caso de las parejas)... o al que quieres llegar (en el caso de otras personas)...

Pero bueno, si uno siempre vive con el ‘yo’ es difícil separarlo... o no ponderarlo o no defenderlo... y es fácilmente confundible con orgullo o soberbia... pero no, quizá es sólo esa defensa... el lugar que siempre le damos al ‘yo’...

Yo, por lo pronto, defiendo mucho a mi ‘yo’: Lo amo, tal cuál... pero me encantan los otros ‘yo’ que conozco, como el de mi pareja, como el de mis compas...

Y aunque mi ‘yo’ siempre sale a flote mordiendo y abriéndose espacio a patadas o manotazos, trato de que conviva lo mejor posible con los ‘tus’ que se le agregan o quieren conocerlo...

La verdad, no hay fórmulas... es sólo cuestión de espacios...

Viva yo..!
Viva tú..!

fhú!