jueves, 17 de abril de 2008

El ‘mamonzazo’ de la oficina... (o como ser parcialmente creativo)


Escena típica -más ahora como consultor- cuando entras a una nueva oficina: Llegas, haces tu presentación, das los pormenores del producto, todo parece ir perfectamente bien... hasta que... ahí... justo detrás de todos... cubierto en una dura capa de cinismo (¡¡las hay hasta de 10 cms!!) y envuelto en un sarcasmo e ironía que a veces hasta le cobija los pies... surge un comentario, al principio es leve y breve, de tono blanco: "Se ve muy bien, ahora vamos a aplicarlo, ya nos hacía falta un cambio"...
Lo que uno debiera subrayar de esa oración es quizá el "ahora vamos a aplicarlo", que es básicamente lo que quiso decir, algo así como "no creo que eso nos funcione, pero bueno".

Y entonces comienza la experiencia: conforme se avanza en los cambios, esta persona opina ácidamente sobre los cambios, pero no hace propuestas. Habla mucho sobre las cosas que no están bien, dando a entender que él las puede hacer perfectamente -es un sabelotodo claro!-, pero no se esfuerza en decirte como (o decirles a sus compañeros).

Sólamente ejerce su acidez y trata de dar "clases" de procesos cuando casualmente alguno de los jefes de la oficina están por ahí.

Un ejemplo: Si la publicación es un periódico, y el primer día sale mal impreso. Al recapitular sobre los errores no comenta nada... solo escucha con una sonrisa irónica dibujada en el rostro. Pero en cuanto su jefe pregunta sobre esos mismos errores, él suelta la réplica: "claro, es que no contemplamos que el problema básico es wawawawawawa..." A fin de quedar lo mejor parado con su boss... aunque le implique que sus compañeros no lo soporten...

Otro: Es muy común que -por falta de experiencia en la mayoría de los casos- uno tenga que hablar sobre principios básicos de impresión o de resolución de imágenes.

En cierta ocasión estaba explicándole a un diseñador sobre el porqué la resolución en las imágenes, qué define la resolución y porqué deben "recortarse" las fotos a cierto tamaño y luego procesarlas en photoshop...

Bueno. Este tipo de explicaciones -según el caso- son casi siempre breves, dado que estás en medio de un horario dentro de un proceso con el cuál hay que cumplir.

Al terminar de explicarle al diseñador brevemente sobre el tema en cuestión... a los pocos minutos se escucha un "sigh!" de atrás de nosotros, y en actitud de "omnipotente" comienza a explicarle al diseñador tooooodos los artilugios técnicos sobre lo que yo ya había explicado...

Lo que esta persona no nota -o esconde- es que esta "explicación más a fondo" que da es muuuy limitada y muestra mucha ignorancia... y lo único que hace es confundir más al diseñador...

En todos los ámbitos siempre hay personas así: Creen saber todo, y si en verdad lo saben, no desean permearlo con los demás... son los incomprendidos, los genios no explotados, el mayor engrane de la máquina...

Y en la mayoría de las ocasiones no es así... ¿pero saben qué? en muchas otras si lo son...

De entrada, son creativas... se necesita ser creativo para ironizar o portarse sarcástico... porque créanlo o no... el ser sarcástico es un arte... requiere de "timing" y conocimiento del tema...

También son inteligentes... esto viene de la mano con lo creativo, pero mal enfocado: Saben cuando deben de opinar, pero no en que medida, saben cómo corren la mayoría de los procesos internos, pero no quieren aportar...

¿Qué les falta?

DISPOSICIÓN.

Tienen conocimiento muy amplio sobre varias áreas, pero están reticentes a los cambios -a menos que vengan de ellos-. Y si los aceptan, siempre es con una gran carga de ironía bajo el brazo. Cuestionando todo lo que pueden tratando de insertar su punto de vista sobre el tema. Pero eso sí: nunca metiendo las manos al fuego.

Tratan de no arriesgar su "privilegiada" posición de sabelotodo dentro de la oficina, porque, dentro de ese nicho, forman un mundo que los cubre y los protege, son respetados y en algunas ocasiones hasta temidos... podrían crecer mucho, pero no les interesa... a veces por inseguridad, a veces por desconocimiento... y otras veces nomás porque sí.

Supongo que sería el equivalente a cuando un niño sostiene un muñeco de peluche a la señal de peligro...

Creo que todos tenemos un poco de estos puntos... en alguna etapa de nuestra vida hemos pasado por ser los "sabelotodos" no conscientes de nuestra ignorancia... Yo sí al menos, durante mi adolescencia sobre todo. Era medio insoportable la verdad. Pero tomé conciencia a tiempo. Decidí enfocarlo en adquirir más conocimiento o permear el poco que tengo con la gente que se interese en él...

Esta gente es muy valiosa, creativa e inteligente. El trabajo es enfocarlos en algo donde se aproveche perfectamente todo su conocimiento. De lo contrario, esto sólo ocasiona que todo lo creativo que puedas ser, no llegue a desarrollarse perfectamente.

Ahora sobre el título: Hace algún tiempo en el DF, cuando andaba de consultor en un diario, saqué cita con mis hermanos para vernos en algún bar para cotorrear... Al estar pasándola agusto en el bar, una amiga de uno de mis hermanos se acerca, mi hermano le dice "mira, este es mi carnal" la respuesta de ella fue "Ah! tú eres el mamonzazo?", jajajajaja!! sólo me quedó responder: "Esteeee... supongo que sí, yo soy ese mamonzazo".

It happens...

2 comentarios:

Unknown dijo...

jajajaja neta que si bro, siempre tiene que existir un fulano así, aunque la mayoría que he conocido nisiquiera a creativos llegan, solo son tira-lodo...

Negra dijo...

mamonazo de mi corazon!!! si tu eres el mamonazo, no quiero imaginar que adjetivo le toca al alito.. ese SI es un mamonazo.