Mazatlán...

Aunque no me gustan los mariscos, no soy muy fan de ir a la playa y odio la música de banda, después de 2 años y medio viviendo en Mazatlán Sinaloa, he aprendido a querer al mentado pueblo... claro, puedo hacer una larga lista de cosas que no me gustan (por ejemplo, la gente no sabe manejar) pero la verdad es que creo que hay más cosas que si me gustan.

La gente aquí se jacta de ser muy abierta y amigable, y aunque lo es más que en otros lados, no dejan de ser como la mayoría de los mexicanos. Nos encanta decir que somos muy buen pedo y la madre, pero en verdad no lo somos tanto...

Lo que si es un hecho es que aquí la gente es más relajada, la mayoría de las mujeres no se saturan de maquillaje, puedes ir en chanclas al antro y a muchos, por más fresas que sean, no les da pena bailar arriba de una mesa.

Viviendo en Mazatlán (o Mahátlán como dicen) he aprendido muchas cosas... una de ellas, es a relajarme. Por más estresante que sea aveces mi trabajo y por más que me vuelva loco manejar atrás de un idiota que no sabe distinguir entre un carril de alta velocidad y la banqueta, siempre en camino a mi casa paso por el malecón, veo el mar, me recuerda a mis raíces, mis tiempos donde no tenía nada y me hace sentir bien, que en realidad no tengo nada de que quejarme...

Pocos lugares que conozco ofrecen tantos lugares tan distintos. Puedes ir a reventarte a la zona dorada con muchos antros "ponchis-ponchis" y turistas o puedes ir a relajarte al centro histórico que no le pide nada a ciudades del sur del país. Hay mucha variedad de lugares donde comer (demasiados sushis.. terrible!).

Eso si, no vengas en semana santa! por favor NO VENGAS en semana santa!

Otra cosa buena de vivir aquí es que mis amigos vienen!... cuando vivía en Nuevo Laredo solo dos me visitaron. Pero no necesitan muchas excusas para venir aquí.

Mazaltán, como todas las ciudades de México, es un desmadre, hay mala planeación urbana, baches, corrupción, suciedad, crimen, partes horribles y zonas bonitas. Pero tiene algo este pueblo que no logro poner en palabras, algo que me atrae, algo que ha hecho que después de casi 10 años de andar pa' rriba y pa' bajo me hace sentir como en casa.