lunes, 17 de mayo de 2010

Ciudadanos de segunda

El viernes “secuestraron” a Diego Fernández de Cevallos. Y pongo secuestro entre comillas, porque, según el diccionario “El secuestro es el acto por el que se priva de libertad de forma ilegal a una persona o grupo de personas” (hasta ahí concuerda) “normalmente durante un tiempo determinado” (sí, eso también) “y con el objetivo de conseguir un rescate u obtener cualquier tipo de crédito político o mediático”… ahí es donde me pierdo.

Si la intención es conseguir un rescate, pues hacen la llamada y lo piden, no? Ahora, habrá que ver si no es que ya se hizo esa llamada, pero nuestras herméticas autoridades no lo han dicho… porque, eso sí, han hablado de todo, menos de peticiones de rescate.

Habló el Presidente y pidió el rápido esclarecimiento. Habló Fox y se dijo consternado. Habló la Iglesia y pidió a Dios y a los santos por el hombre. Hablaron los partidos exigiendo justicia. Habló hasta el presidente de España para mostrar su apoyo…

Según un trabajo del Instituto Ciudadano sobre Delitos e Inseguridad (ICESI), en el 2008, se cometen en promedio 17 secuestros al día en México. Pero el mismo ICESI asegura que la “cifra negra” o de casos no denunciados es de 9 por cada secuestro declarado… es decir que serían, por día, unos 153.

Y, no se ustedes, pero yo no he visto a Calderón ni a Fox ni a la Iglesia ni a los partidos y menos al presidente de España pedir 153 veces al día por todos los demás secuestrados… es más, ni 17 veces.

Ahí es donde uno comienza con dudas y malos pensamientos… Por qué es más importante “El Jefe” Diego que los otros 155 secuestrados diarios? Por lo mismo que fue más importante Paulette que los 49 niños que murieron en Hermosillo? Por qué no es lo mismo morir en Interlomas que en una guardería del Seguro Social? Por lo mismo que el caso de Salvador Cabañas no fue igual que el de los cientos de jóvenes que balean en los bares todas las noches? No me parece.

Entiendo las repercusiones políticas de una situación así ( o más o menos las entiendo). Me queda claro que la desaparición de un personaje público es un desafío por parte del crimen organizado, es decirles a todos “podemos hacer lo que queremos lo mismo con alguien en un bocho que con alguien en una Tahoe”… pero, pues eso ya lo sabemos.

A nosotros, ciudadanos de segunda, eso nos queda perfectamente claro. A todos, menos a las autoridades…. Ellos necesitan la muerte de una niña de Interlomas para conmoverse, necesitan la violencia hacia un jugador de futbol para cerrar un bar. Ellos necesitan la desaparición de un ciudadano de primera para exigir justicia y el rápido esclarecimiento. No me parece.

1 comentario:

Unknown dijo...

simplemente no puedo estar MÁS de acuerdo contigo negra...