Cuando estaba chiquita y me caía o lloraba por algo, mi abuelo aplicaba dos máximas clásicas para distraerme y quitarme el dolor:
1. El "mira, mira". Manoteando para todos lados sin fijar un punto exacto.
o
2. El "toma, toma". Y me daba un dulce.
Mientras tanto (como en el Salón de la Justicia) nuestros súper diputados y senadores debatían sobre el aumento a los impuestos.
Fue un "mira, mira" político.
Eso para mi es un claro "toma, toma".
Lo único malo es que el "mira, mira" no nos quitó el dolor. Y el "toma, toma" tampoco lo hará, porque con la onda esa del aumento, quién de los clasemedieros que sobrepoblamos este país va a tener dinero para irse a disfrutar de los puentezotes que tan amablemente nos dieron los diputados (cozzzitas, ellos).
1 comentario:
Mira, mira, que cosas!
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